Estás preparado para resistir?

“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). Este pasaje de Santiago debe ser uno de los más conocidos por los cristianos, sobre todo la última parte que dice, “resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Pero ¿realmente qué significa esta cita bíblica? Hoy quiero compartir contigo algunas reflexiones al respecto.

Cuando pensamos en la palabra resistir quizá lo primero puede venir a nuestra mente es hacer fuerza contra algo o alguien. Según el diccionario es “algo que ejerce fuerza o presión sobre ella, sin moverse, ni sufrir daño o alteración”. Otro significado es: “sufrir un padecimiento físico o moral, sin dejarse vencer por él y, a menudo, sin quejarse o tratar de evitarlo”. Si bien cuando lo filtramos por la biblia hay algo de esto, no es exactamente lo que quiere decir el libro de Santiago.

La idea principal de esta palabra a la luz de las sagradas escrituras es “confrontar”, es decir, que Dios nos llama a no quedarnos pasivos ante las circunstancias de la vida o tentaciones del diablo. Estamos llamados primero, a someternos a Dios como dice la primera parte del pasaje, esto significa estar en obediencia delante de nuestro Creador, y es ahí cuando tenemos toda la autoridad para hacerle frente al enemigo.

Es tan poderoso meditar en la palabra resistencia, porque ahí nos damos cuenta lo mucho que confía Dios en nosotros, él sabe que tenemos la capacidad para enfrentar todas y cada una de las batallas que se nos ponga enfrente. Por eso en la primera epístola a los Corintios, Pablo nos dijo: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. (10:13).

Hoy quiero decirte que no hay problema, enfermedad, angustia o como sea que se llame lo que te está afectando, que pueda con la fuerza que Dios te entregó. Recuerda que, por medio de Jesús tenemos autoridad para confrontar todo eso y más. Por eso su palabra nos recuerda que si resistimos al diablo a él no le queda más opción que huir de nosotros.

Si hay alguien que sabe de resistencia es José. Quizás escuchaste o leíste alguna vez todo lo que pasó con sus hermanos y cómo Dios luego lo recompensó, pero para mí su mayor prueba fue con la esposa de Potifar. Imagínate ser un joven, lejos de tu familia y ser tentado por la esposa de tu jefe. Pocos se animarán a resistir en esa circunstancia.

Yo me imagino que él habrá pensado, no solo en que no la podía tocar, porque era la esposa de Potifar, sino en lo que pasaría cuando le dijera que no a esa mujer. Nada volvería a la normalidad después de ese momento. Pero José resistió y al final pudo disfrutar del fruto de esa resistencia, Dios lo puso en lugares aún más altos. (Gn. 39:1-20).

Lo bueno de la Biblia es que te muestra todo sin esconder nada. Por ejemplo, la falta de resistencia que tuvo el Rey David, cuando no pudo apartar sus ojos de la mujer de su prójimo. Por mirar lo que no debía y no apartar sus ojos de la tentación, David tuvo que sufrir mucho. “Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer”. (2 S. 12:10).

En la vida vamos a enfrentar adversidades, pero no hay que temer porque Jesús dijo que él ya venció al mundo, así que si te preguntas “¿estoy preparado para resistir?”, te puedo decir que sí. Solo tienes que empezar a buscar a Dios y él se encargará de mostrarte el camino para vencer.

“Señor, dame las fuerzas para resistir en el día malo. Someto mi vida a tu voluntad y tomo la autoridad que me das para hacerle frente al enemigo en la adversidad”.